Heme aquí de vuelta. Heme aquí porque se
trata de ti, de mí, de nosotros. Estamos aquí ahora porque te amo con locura,
sin límites, con ternura, con cordura, y quizá, hasta sin ésta última.
Eres un vivo recuerdo que no deja de
habitarme, porque cuando intento olvidarte, retornas con aires cada vez más
frescos. Me besas el alma suavemente, como si fueras un rocío, y sutilmente a
ese beso me sujeto como para perpetuar el momento y pretendo que todo esto, en
la realidad, llegue a ser cierto.
Ineludiblemente me he estrellado, tropecé
porque cerré los ojos. Me he equivocado, y aunque no quise hacerte daño, fui un
fracaso.
Observo nuestras memorias, tal y como se
observan a las estrellas, tan distantes y, a la vez, tan brillantes; y quisiera
tocarte a ti, aproximarme, volver hacer que confíes en mí.
He reconocido, he aceptado mi error, por
ello, ahora actúo en consecuencia y casi sin darme cuenta, he notado que te
extraño, que te necesito aquí a mi lado, porque te amo.
Soy consciente de que las palabras abren
sus alas al viento y con el tiempo, pero déjame probarlo en los hechos de que
te amo desde hace mucho; quiero que lo sepas, y si ya lo sabes, quiero que me
excuses por no saber hacerlo. Fui un terco, lo sé, al no saber entenderte, pero
no tolero tu ausencia y el insomnio a cada instante me lo recuerda.
Quiero hacerte el amor en silencio si tú
quieres, si tú me dejas. Quiero amarte sin aspavientos, sin más temperamentos. Quiero
que quieras que te ame con mis sentimientos y con mis pensamientos. Quiero un
contigo sin malos momentos. Quiero tu cuerpo junto a mi cuerpo. Quiero ocupar
ese espacio que llevas dentro.
Quiero amarte sin plazos, ahora lo
entiendo. Quiero amarte y así lo comprendo. Quiero amarte con y sin espasmos. Quiero
amarte con el presente y en futuro, porque el pasado ya nos ha abandonado.
Recién te fuiste, mi mundo se detuvo, y me
golpeó en el cuerpo y en el alma, porque tú, bella dama, me has enseñado que
sin un buen presente no existe un mejor mañana.
Me ofusqué tonta y estúpidamente, que me
apena no haber tenido la sabiduría de saber amarte como hubiese querido. Que quiero
volver contigo, porque te quiero, porque te extraño, porque deseo, porque
anhelo, porque ansío, porque te necesito conmigo, porque sin ti nada, porque
contigo todo.
Por eso es que escribo esto para ti, para
decirte de algún modo que quiero amarte, que amo amarte…
No hay comentarios:
Publicar un comentario