domingo, 26 de enero de 2014

OFRENDAS

Heme aquí preguntándome:
¿Qué puedo ofrendarte?
Si mis sueños yacen a pedazos,
resquebrajados y desmoronados en el tiempo.
Quizá, hasta soslayados por el propio olvido.
Sí, a veces, las esperanzas se largan,
arrastrándome sin calma,
entregándome ¡nada!
Sí, a veces me marchito,
otras veces, me vierto en un abismo.
Otras veces, el alma lacerada
por el desdén y sus tormentas
no halla consuelo ni en lágrimas.
Sí, la felicidad en los recuerdos divaga,
y por instantes alcanza
a embriagarme de nostalgia.
Sí, la soledad acobija
y son los temores verdugos
cuyas llamas arden y queman
dentro de las heridas y sus llagas.


¿Qué puedo ofrendarte?
¿Qué puedes ofrendarme?

viernes, 10 de enero de 2014

ESCRITURA

Siempre resulta más sencillo
ensalzar virtudes propias,
que hurgar en defectos propios,
pero al tratarse de otros: viceversa.

Tiempo, esfuerzo y más
conlleva asumir defectos propios,
modificarlos es un logro
y otras veces sólo varamos.

Hay quienes escribimos,
otros que componen,
es nuestro único modo
de no ser tan lamentables.

Defectos asumimos,
pero los labios acogen silencios,
simulan frialdad de sentimientos,
o incluso ausencia de ellos,
pero no, tampoco es eso,
al final sabemos que estamos vivos.

No lo sé,
quizá algún día diré a viva voz:
“te quiero”, “te amo” o “te necesito”;
eso es lo de menos,
sólo busco refugio entre las letras.

No sé,
quizá hay quienes me lean,
que se identifican,
que sienten lo que siento.

La palabra escrita,
al igual que la pronunciada:
comunica,
distancia,
acerca,
emociona,
diferencia,
inventa,
esperanza,
comprende,
lacera,
manifiesta,
declara,
confiesa…
¡Viven!
Y mientras vivan,
serán escritas.

CONFESIONES

Siempre he sido intenso, no he encontrado otra forma de hacer y ser lo que soy y quien soy. Mi corazón late en ambos sentidos de gozo y angu...