miércoles, 2 de noviembre de 2011

MÁS DEL PRI, MOREIRA Y OTROS


     El escándalo del “moreirazo” se acrecienta día a día. Lo vergonzoso del asunto es que el otrora todopoderoso gobernador coahuilense dice ser el ofendido, aunado a sus pretextos estilo la Chimoltrufia que así como dice una cosa, ¡dice la otra!

     Veamos. Al saberse de la deuda heredada en Coahuila dijo que no era tan grande, sólo unos minúsculos pasivos. Pero cuando las calificadoras sacaron a relucir la treta y los acreedores reclamaron su dinero, descubriéndose la macilenta cifra de 34 mil millones de pesos, se le ocurrió decir que eso no debía espantar a nadie ya que la deuda del gobierno federal ¡es más grande! Después, al enterarnos de la falsificación de documentos por parte de sus subalternos para obtener créditos, se defendió inculpando al ex titular de la Secretaría de Hacienda Ernesto Cordero. Y cuando se comenta del “moreirazo”, reclama que no se hable nada del ¡“calderonazo”! Da pues, la impresión que el dirigente priísta al responder, piensa en todo, menos en la pregunta.

     Ahora bien. Se supone que mañana, 3 de noviembre, durante el sexto informe de gobierno en Coahuila, su sustituto Jorge Torres, presentará a detalle los proyectos financiados por el fraude, digo, por la deuda.

     La pregunta del millón aquí es: Si todo el dinero fue destinado a la inversión, entonces, ¡¿por qué y para qué falsificaron documentos?! Pero no sólo el gobierno estatal debe una explicación a los gobernados, sino también los bancos, pues cómo es que a los ciudadanos que acuden a solicitar un crédito, se les investigan antecedentes hasta de los ancestros y todo por unos cuantos pesitos, y en este caso prestando cifras en miles de millones, se dejaron, imagínese usted, ¡engañar!

     Y hay más. Al ser vulnerado el sistema integrado por bancos y Hacienda, lo inaudito recae en la renegociación de una deuda y del registro de la misma ante la propia SCHP, siendo que esos créditos tienen una ¡génesis ilegal!

     La explicación a lo último la encuentro en el hecho de que el Gobierno Federal ha eludido una confrontación directa con el dirigente nacional tricolor, por el poder de esta parcialidad política en San Lázaro, la cual votará (se supone) el próximo 14 de noviembre el Presupuesto de Egresos de 2012. Por tanto, todo apunta a que el ejecutivo federal mantendrá la discreción en el asunto hasta pasada la fecha, pues seguramente son conscientes de que por el momento es más factible negociar con Humberto Moreira, que sin duda se encuentra en la cuerda floja.

     Luego. Actualmente la intención del voto se inclina a una victoria cómoda del PRI y del “aspirante” (yo digo candidato) Enrique Peña Nieto. Sin embargo, estoy seguro que esa tendencia cambiaría radicalmente si se cuestiona al electorado si está de acuerdo con el manejo financiero hecho por el gobierno de este partido en Coahuila, y que trajo consigo multiplicar en prácticamente 100 veces la deuda pública de aquel estado. Y la baja en las preferencias sería más drástica si a ese cuestionamiento se le agrega que parte del endeudamiento se obtuvo mediante mecanismos fraudulentos.

     Entonces, ¿cómo es posible, que el artífice de todo este embrollo sea el líder nacional del partido que encabeza al menos en estos momentos las preferencias electorales? Bien, hay una razón. El paupérrimo nivel de información del electorado mexicano, pues se prefiere a las figuras políticas atractivas y bien mercadeadas (léase Enrique Peña Nieto), independientemente de las ideas, programas y proyectos que propongan. El electorado, también yerra en descifrar el mensaje que el PRI ha estado emitiendo al respaldar a su presidente, que en cualquier otro sitio del orbe estaría en una situación por sí misma, insostenible.

     Aún así, Humberto Moreira sigue obstinado en mentirnos, diciendo que todo esto ¡no pasó durante su administración! Lo trágico del gran fraude de la deuda coahuilense, es que no sólo es asunto de los habitantes de esa entidad. Puesto que gran parte de la deuda se solventará con recursos provenientes de las participaciones federales, que a su vez, devienen de impuestos y derechos federales, es decir, el tema es concerniente a los bolsillos de todos los mexicanos.

     Si usted es fanático, seguidor, adepto, simpatizante, partidario, seguidor, hincha, admirador, prosélito, allegado, etc., priísta y piensa que esto no es nada, le recuerdo que los artífices del Fobaproa fueron los dirigentes priístas que dizque administraban y adquirían experiencia en como gobernar en la última década del siglo pasado, deuda que por cierto, seguiremos y seguirán pagando, por lo menos, nuestros hijos y nietos, esto es, un par de generaciones más. Ahí se las dejo de tarea… ¿O es que debemos sentirnos orgullosos de nuestra lacónica memoria histórica?

La del estribo

     Eruviel Ávila, prometió a los mexiquenses que a más tardar en el pasado mes de octubre, haría pública una lista de más de 6 mil compromisos, así como para que nadie dudara de que los cumplirá. Pero, ¡¿qué creen?! Exacto, es noviembre y nada. Vaya que prometer no empobrece, la bronca es cumplir. ¡A poco no!



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