viernes, 1 de mayo de 2020

MÁS QUE UN NOMBRE

En los momentos de los días
cuando existen tus breves silencios,
todo se torna tan esquivo y frío
que ni el otro frío lo releva.

Añoro entonces tus mensajes
y si no salgo a buscarte
es porque el vaho de la esperanza
siempre me pinta un "quizá mañana".

Para necesitarte estoy vivo ya,
respiro para morir en tus pupilas,
muero por vivir entre tus brazos
y desfallecer en la comisura de tus labios.

Edith, tu nombre cimbra mis cuerdas vocales;
Edith, eres el ojo calmo de mis tormentas neuronales
y la pretensión convexa de mis sueños matinales.

Entre mis dedos tu silueta siempre vive,
y en esta espera irascible, mis suspiros
me gritan mis deseos por ti más febriles.

Ven, abrázame.
Iré, te abrazaré.

Ven, bésame.
Iré, te besaré.

Ven, quiéreme.
Iré, te querré.

Ven, abrázame, bésame, quiéreme.
Iré, te abrazaré, te besaré, te querré.
Vayamos juntos por el sendero
hasta donde la vida misma y nosotros
dictemos que duremos.

3 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Y si resulta,
      que no resulta mi sistema de quererte, cuenta conmigo nada mas que para verte;
      y si tuvieras que dejarme no te ocupes
      yo me podría acomodar sin molestarte
      en un rincón donde pudieras acordarte, que cuando el tiempo haya pasado y tengas ganas,
      en esas ganas: me encontrarás.
      Cuenta conmigo.

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